martes, octubre 30, 2007

El mundo sin el tiempo

Y ahí el tiempo no tenia mundo. Solo había rocas grandes y grises, amenazadas por volcanes aniquiladores. Animales gigantes que no entendían demasiado, comían y bebían hasta que se acababa el mundo para que todo progresara. El sol quemaba hasta la muerte. Literalmente. Energía natural. Cuatro cables se tocaron, las paredes desprendidas; un avión salió a la calle, el poder lumínico causó el primer efecto, la primera reacción en meses,como comer vidrio,la más esperada. La tranquilidad prosperaba, pero todo seguía demasiado gris. Sus proyectos de sensaciones eran lo que mas lo agobiaban, lo confundían, lo cansaban, y le mentían. Su confianza era ciega, porque era una persona fuerte. Y no le tenía miedo a la mezcla del blanco y el negro. En su otra vida frecuentaba esos sitios de ruidos, hedor, movimientos, cosas que no lo asustaban, es que era imposible, él, justamente él, que había acunado desprotegidos con sus golpes y acordes, él que era una de las esperanzas de algo que se estaba yendo, aún cuando seguía dormido. Gustos salados, pinchazos, voces, eran todo su panorama. Y alrededor pasaban cosas, había encuentros. Todo se movía, menos él, pero tenía su ejercito, Las ventanas ayudaban, bah siempre ayudan, se nutría de eso. De eso y de los carteles, de las guitarras, de todo, siempre fue igual. Un genio de la fuerza.

Para G. R. D
(Estamos sosteniendo una pared……DALE!)

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